Relato/Rider: Jordan Fernandez
"Nuestra aventura comenzó con un par de amigos y unas cervezas en un bar de Vitoria, divagando sobre las armas letales que deberíamos fabricar o comprar para ir a ripar el polvo mas seco del mundo, ese famoso POWDER. Así sin darnos cuenta estábamos montados los seis individuos en el avión rumbo a Calgary.
Tras muchas, muchas horas de avión por fin tocamos suelo canadiense y partimos rumbo a Banff donde nos espera nuestro magnifico Lodge. La primera estación fue Sunshine Village donde directamente accedimos al famoso Delirium Dive, pero no se encontraba abierto, así que nos dedicamos a calentar las piernas entumecidas en pistas. La nieve era totalmente diferente a lo que conocíamos y en la primera bajada solo teníamos sonrisas de euforia.
La siguiente estación fue Lake Louise, donde catamos una pizca de ese polvo pero necesitábamos más para poder enterrarnos. Una vez en Golden nos esperaba Mike con sus motos de nieve. Este día fue locura desde el minuto 0, tras una excursión suicida por unos trails a toda velocidad, llegamos a una zona donde haríamos nuestras primera bajadas en el Powder, eso si después de subir ladera arriba aferrados a la espalda de Mike y hay entendimos porque le llamaban Crazy Mike (ex-jugador de Hockey), y por fin lo catamos.
Al día siguiente estábamos en la joven Kicking Horse, una estación perfecta para el freeride mas acido, la pena es no haber podido encontrar 30-40 cm recién caídos pero siempre hay una excusa para tener que volver, así que le dimos a su bowls y pistas con unos desniveles mas que considerables. Una vez en el pueblo de Fernie y a la mañana siguiente vemos todo blanco, por fin teníamos nieve recién caída así que disfrutamos como enanos.
Esa misma noche llegamos al Rancho del Powder Cowboy, y ya estábamos listos para reventar ese polvo recién caído que nos vino muy pero que muy bien, fueron 4 días de Powder Profundo y árboles por todos los lados. Entre bajada y bajada en la cat-ski reponíamos fuerzas comiendo los bocadillos, frutas y galletas que nos preparaban. Y era la única oportunidad de descanso, porque una vez arriba no había tiempo que perder solo había tiempo para seguir al guía y disputar por la primera trazada (según pasaban las bajadas había mas hostilidades).
Tras cada duro día de esquí nos esperaba el jacuzzi para ver a lo lejos la zona donde habíamos estado y divagar con una cerveza las líneas que habíamos ripado. Y con esto y tras 14 días estábamos de vuelta para casa, y haciendo planes para la próxima invasión al Powder."
Podeis disfrutar de las Fotos de Canada, en nuestro Album de Fotos
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