10 junio 2009

La Skater Silvia Serret denuncia la agresión de un organizador del Barcelona Extreme Sports

Iba a competir y a recoger un premio y acabó recibiendo una paliza. Silvia Serret, una skater barcelonesa de 31 años, ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra haber sido agredida en el Barcelona Extreme Sports por un miembro de la organización. En este evento, que se celebró el fin de semana pasado en la ciudad condal, Serret es la única mujer que compite en la modalidad de Vert, en la que se usan muchos protectores bajo la ropa. "Como no hay vestuarios y no quería quedarme en bragas delante de 35.000 espectadores", le pidió permiso al jefe de la organización para mudarse en su oficina y así lo hizo.


Tras participar en esta prueba, tenía diez minutos para quitarse los protectores y cambiarse antes de competir en la modalidad de Street femenino. Por ello, volvió a entrar en la oficina, en la que en ese momento había un hombre y una mujer, que "se pusieron a gritar en inglés cuando vieron que empezaba a cambiarme", asegura. "Cuando estaba en sujetador, bragas y camiseta, apareció un hombre que me levantó de la silla, me empujó y me arrastró fuera de la oficina. Entré de nuevo para recuperar mi mochila, pero entonces me dio una patada en la pierna, me cogió de los pelos y me arrastró entre seis y diez metrosIntenté defenderme dándole patadas" explica Serret.

Cuando los servicios de seguridad lograron separarlos, Serret les dijo que quería denunciar la agresión a los Mossos, pero tuvo que llamarlos ella misma. Los agentes le enviaron una ambulancia, pero para lograr un parte médico le dijeron que debía ir a un hospital. "Tardé cuatro horas en conseguir que el organizador del evento me facilitase la documentación para ir a la Mutua", se queja. Allí le hicieron un parte por contusiones múltiples. "Aún me duele el cuello y tengo moratones en la espalda y en una pierna", afirma. Después se fue a una comisaría, puso una denuncia y avisó a los Mossos de que el agresor es extranjero y se marcharía el lunes a Basilea (Suiza). "Me comentaron que como no había fractura ni herida no podían hacer nada", se lamenta. El domingo, Serret tenía que participar en la final y se cruzó tres o cuatro veces con su agresor. "Por eso, las chicas, que somos unas ocho, decidimos que no patinaríamos si él seguía allí".


Se lo llevaron y patinaron todas, salvo Serret que, cuando salió a competir su ronda final de un minuto, hizo una sentada a modo de protesta. Después le dieron el premio de la final del año pasado. "Es increíble que el ayuntamiento y la Diputación de Barcelona hayan permitido que el agresor se presentase allí el día después", opina Serret.

 

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